jueves, 3 de noviembre de 2011

CARTA ABIERTA A LA SOCIEDAD TAMAULIPECA



Debido a las vejaciones y violaciones a los más elementales derechos de los cuales fueron objeto los Policías Ministeriales de Ciudad Victoria de parte de los elementos militares que integran la policía estatal, los ministeriales nos hemos unido con la finalidad de poner un alto a esta clase de seudo policías, quienes carentes de sensibilidad cívica, y conocimiento jurídico, fundamentan sus actividades en el arbitrio y autoritarismo. En las Agencias del Ministerio Publico, como era de esperarse ya obran denuncias en su contra, por los delitos de Abuso de Autoridad, Allanamiento de morada, Tortura, Lesiones y Privación ilegal de la libertad.

En base a experiencias anteriores es del conocimiento de todos que las acciones de los militares se han caracterizado a lo largo de su historia por estar al margen de la ley y de violentar derechos humanos de los conciudadanos. A pesar de tal situación los Policías investigadores y la ciudadanía en general no nos oponemos a la intervención de los militares en funciones de seguridad pública, siempre y cuando actúen conforme a derecho y beneficio de la sociedad.

Mas sin embargo de lo anteriormente expuesto, debemos de reconocer que ha surgido algo bueno, la unificación de los Policías Ministeriales de todo el Estado, los cuales unidos y armados de valor, decimos tomar medidas al respecto, siendo una de ellas la publicación de esta carta abierta dirigida a la sociedad Tamaulipeca. Los Ministeriales de Tamaulipas aprovechamos este medio para dar a conocer a ustedes las condiciones laborales en las que desempeñamos nuestra profesión, que por la falta de recursos y sensatez política de nuestros mandos no la desempeñamos como deberíamos hacerlo. Bien sabemos que todo esto repercute en ustedes y en nosotros también, estamos conscientes que acuden a nuestra institución policiaca con la finalidad de resolver o aminorar los problemas de índole legal que requieren atención por parte del ministerio público y la policía ministerial. Por tal motivo y con espíritu institucionalista, los policías ministeriales del estado hacemos de su conocimiento las causas que originan de gran manera el mal funcionamiento de la corporación policiaca, con la esperanza de que en conjunto, ciudadanía y policías de los tres niveles de gobierno, busquemos alternativas y políticas públicas que en definitiva cambien para bien el funcionamiento de las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia.

RESEÑA

A principios del sexenio de Tomas Yarrinton Rubalcaba (1999-2005), gracias a la presión ejercida por la sociedad victorense de aquel entonces, lograron que el gobierno nos dieran la cantidad de 2.200.00 por concepto de gasolina al mes, recurso que es de suma importancia para realizar debidamente la labor de investigación. Con el devenir de las campañas políticas de Eugenio Hernández Flores dejamos percibir dicho recurso; y una vez que este se sentó en la silla gubernamental, en los primeros meses de su mandato nos regreso la cantidad de 1.200.00 al mes de gasolina. Se vinieron las campañas del Dr. Rodolfo Torre Cantú y sucedió lo mismo, no las quitan por completo; y ya en funciones de actual gobierno, nos devuelven la mísera cantidad de 700.00 de carburante al mes, que equivalen a 2 litros de gasolina diarios; ¡es inconcebible tal situación!, en vez de evolucionar este es un claro ejemplo de la involución de la Policía Ministerial del Estado.

Deben ustedes enterarse, porque es su derecho saberlo, que en los meses finales de la gestión del gobernador Eugenio Hernández Flores, nos hicieron firmar a cada uno de nosotros, los ministeriales de esta ciudad, las cantidades de 3.500.00 a 8.000.00 en vales de gasolina sin recibir un una sola gota de ese carburante; ¡hacia donde fue a parar ese gran recurso!

el sueldo que actualmente percibimos es prácticamente el mismo desde hace 11 años, los supuestos incrementos salariales sabemos de ante mano que solo son simbólicos, en definitiva no nos alcanza para mantener debidamente a nuestras familias.

El director de la policía ministerial, desde el año pasado, por ordenes del subprocurador de justicia se ha negado a proporcionarnos las vacaciones que nos corresponden por ley; esposas de los compañeros se han presentado directamente con el director a solicitarle de favor que por motivos de salud de sus familiares cercanos es necesario que se les den vacaciones a sus esposos para ir a acompañarlos, obteniendo respuestas negativas a tal petición.

En la plaza de ciudad victoria existen aproximadamente 50 agentes ministeriales, divididos todos ellos en dos grupos operativos encargados de realizar investigaciones diversas, en un grupo de ordenes de aprehensión, en un grupo de delitos patrimoniales, en un grupo de personas desaparecidas, en un grupo de conductas antisociales cometidas por adolescentes, en un grupo de recuperación de vehículos, lo que equivale a un estado de fuerza infinitamente menor de lo que realmente necesita el municipio de ciudad victoria; lo lamentable no es la ínfima cantidad de de agentes que elaboran en esta plaza, lo lamentable es que más del doble de agentes ministeriales se encuentren comisionados en otras funciones que no les corresponden realizar, estos temerosos por la inseguridad que impera hoy en día buscan el cobijo de sus padrinos logrando que estos los comisionen a otras áreas de gobierno o definitivamente se resguardan en sus casas, otros ostentan el grado de comandantes sin realizar la labor como tal, vemos como mandan a sus lacayos a cobrar 1.300.00 de gasolina al mes, hay personal administrativo que tiene nombramiento de ministerial, recibiendo el salario correspondiente al de un agente. La comandancia y nosotros necesitamos de ellos, la sociedad necesita que se incorporen a sus labores ministeriales, que asuman el riesgo que nosotros estamos viviendo, si no que renuncien y que le dejen el puesto a gente que si este dispuesta a servir a su estado y asumir el riesgo que implica es ser policía.

La flota vehicular de la policía ministerial es ya obsoleta, fue comprada en el sexenio de Tomas Yarrington, sin ser renovada en el gobierno de Eugenio Hernández Flores, ni en el lo que va del actual gobierno, es definitivamente bochornoso e indigente para nosotros salir a las calles o a otros municipios a exhibir nuestras miserables patrullas, y aun así las autoridades se atreven a realizar operativos en la cuidad, que en lugar de disuadir, lo que provocamos en la población es risa.

Sabemos que los tiempos de hoy son peligrosos para todos, pero para los policías son aun mas, por tal razón, al ver que las autoridades de procuración de justicia hacen caso omiso a nuestro requerimiento de equipo, nosotros mismos hemos tomado la iniciativa de acudir a un costado del mercado Arguelles de esta ciudad a comprar con nuestro dinero equipo táctico de mala calidad.

Como ciudadanos tenemos derechos y obligaciones como cualquier otro, pero el simple hecho de ejercer esta profesión, nos da a nosotros los policías de que estemos relegados por la sociedad y el gobierno.

A los policías se nos dificulta obtener créditos comerciales, carecemos de un seguro de vida otorgando por el gobierno, por lo que nos vemos en la necesidad de tener que pagarlo con nuestro dinero, y evitar que nuestras familias queden en el completo desamparo.

Tenemos conocimiento por colegas de otros estados que a ellos se les da un bono por alto riesgo, nosotros carecemos de esa prestación.

La gran mayoría de los trabajadores del país cuentan con créditos para vivienda, ya sea que lo obtengan por medio de instituciones como el INFONAVIT, FOVISSSTE, etc. Los Ministeriales Tamaulipecos no contamos con ninguna institución de crédito que nos preste para obtener una vivienda por el simple hecho de ser policía; hay sus excepciones, ejemplo de ello son los estados de Nuevo León, Michoacán, y el D.F., que gracias a la voluntad política de sus gobernantes han logrado crear mecanismos para otorgarles viviendas a sus policías, aquí en Tamaulipas no se ha hecho nada al respecto.

Aunado a lo anterior, por si fuera poco hemos recibido amenazas de parte de los funcionarios de la procuraduría de Justicia, quienes pretenden amargarnos con cambiarnos a plazas más violentas si seguimos con nuestras manifestaciones. Haremos caso omiso a tales intimidaciones.

En nuestro país se vislumbra un cambio social radical en el que atreves de comités ciudadanos, asociaciones no gubernamentales, se pretende que la ciudadanía participe directamente en la planeación de políticas públicas en materia de seguridad y Procuración de Justicia, cuya alternativa es un indicativo de que las cosas no se están haciendo bien.

En ese sentido, con ese tipo de acciones que hemos emprendido los Policías Ministeriales del Estado de Tamaulipas, respondemos a ese llamado social.



ATENTAMENTE

LOS AGENTES DE LA POLICIA MINISTERIAL DEL ESTADO DE TAMAULIPAS

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